Somos dos estudiantes francesas y – gracias a la organización México Accueil – hemos pasado dos semanas inmersas en Cuernavaca dentro de la asociación Amigos de los Mayores – México.
El deseo de ayudar ha estado presente desde el principio en nuestro proyecto. Una en un año sabático y la otra al final del curso, íbamos a ir a Filipinas. Este proyecto humanitario fue cancelado debido al Covid-19. Así que nos dirigimos a Centroamérica con miras a viajar, pero siempre con la esperanza de encontrar una asociación a la que donar aunque sea unas pocas semanas de nuestro tiempo.
Por lo tanto, nos pusimos en contacto con Amigos de los Mayores – México, una asociación que tiene sus raíces en Cuernavaca desde hace varios años. Uno de los proyectos de la asociación es la Casa de día San Agustín. Dentro de esta, las personas mayores encuentran un espacio donde son escuchadas y apoyadas. Cada día suele estar marcado por ejercicios físicos, actividades manuales y comidas. Sin embargo, ha pasado un año desde que la Casa de día tuvo que cerrar sus puertas por el contexto sanitario. Por tanto, la asociación se ha reinventado para no dejar que las personas mayores atraviesen solos la crisis sanitaria y organiza visitas domiciliarias.
Desde hace dos semanas, hemos estado visitando a dos o tres personas mayores de la colonia la Lagunilla todos los días, acompañadas de Yahaira, que es voluntaria de la asociación. Tener un pequeño número de visitas todos los días garantiza que cada visita sea un momento de calidad, una noción preciosa para estas personas mayores que casi nunca salen de su hogar. Algunas viven en una soledad conmovedora y sienten su necesidad de hablar y tener compañía. Nos conmovió mucho su generosa acogida y la confianza inmediata que estas personas nos brindan. Pudimos platicar sobre muchos temas como su experiencia con la pandemia pero también su pasado, su familia, sus lugares favoritos en México y lo que más disfrutan de las actividades.
También hicimos un taller de actividad manual con algunos de ellas. Por esta vez, será pintura y collage. El objetivo sería hacer accesibles estos talleres a través de Whatsapp para que el mayor número posible de personas mayores acompañadas por la asociación puedan participar de forma remota. Pero esto no es tan fácil ya que no todas tienen acceso a Internet.
Ahora continuaremos nuestro viaje a México y nos iremos muy conmovidas por la gente que conocimos pero también por la bienvenida que tuvimos en La Lagunilla. Esperamos poder volver un día más y ver la Casa de día abierta. Gracias a Cathel Dumont, directora de la asociación por depositar su confianza en nosotras ya Otila y Enrique por recibirnos en su familia.
Apolline y Guillemette.
Credito de la fotographia: Amigos de los Mayores Mexico