La palabra “seenager” es un término relativamente reciente, que apareció en la década de 2010. “Seenagers” es un neologismo que combina las palabras “senior” y “teenager”( adolescente). Se refiere a una persona mayor, normalmente de 65 años o más, que mantiene un estilo de vida activo, una actitud juvenil y un interés por las actividades y tendencias populares de las nuevas generaciones.
Los seenagers suelen describirse como personas mayores que se niegan a conformarse con los estereotipos asociados al envejecimiento y prefieren seguir participando socialmente, adoptar una actitud positiva y continuar explorando nuevas experiencias. Suelen ser activos en las redes sociales, interesarse por la moda, la tecnología, la música y las aficiones de las generaciones más jóvenes. El seenager, lejos de la imagen del “viejo cascarrabias”, estará por el contrario plenamente arraigado en los tiempos y seguirá desempeñando un papel en la sociedad.
¿Por qué está cambiando el perfil de las personas mayores?
Los seenagers, recién jubilados, disponen de tiempo, dinero y libertad para hacer lo que les plazca. Pero lo que les diferencia de las generaciones pasadas es sin duda su estado de salud. La ciencia médica evoluciona constantemente a medida que aumenta la esperanza de vida. Hoy en día, la salud de una persona de 65 años no es en absoluto comparable a la de una persona de 65 años hace 30 años, después de toda una vida de duro trabajo. La gente vive cada vez más tiempo, pero sobre todo vive cada vez más tiempo con buena salud. Estos avances científicos permiten a la gente dedicarse plenamente a sus aficiones, al deporte y a los viajes.
El segundo cambio importante es la elevada tasa de divorcios. Cada vez más personas viven solas. Inevitablemente, esta evolución conduce a un nuevo enfoque de la vejez. Además de todas las limitaciones profesionales de las que se ven liberados, los seniors ya no tienen necesariamente una vida conyugal que mantener. En este caso, estos viejos solteros pueden vagar libremente y disfrutar de los placeres de la vida.
Un último punto a tener en cuenta es la distancia geográfica de su familia. Las costumbres han cambiado, y muchos hijos se trasladan a otra región, o incluso a otro país. Los padres ya no se limitan a su papel de abuelos y se dedican a cuidar de sus nietos. No es poca cosa si se tiene en cuenta que el 22% de la población mundial serán abuelos en 2050, según The Economist. Así, los seenagers podrán vivir su segunda juventud sin temor a verse atrapados por sus obligaciones.
¿Por qué merecen nuestra atención?
Como hemos visto, los seenagers no son un mero epifenómeno. Los grandes cambios descritos anteriormente explican la aparición de este nuevo perfil de personas mayores.
En un contexto mundial de crisis demográfica, asistimos a un envejecimiento alarmante de nuestras poblaciones. Nuestras sociedades modernas se esfuerzan por asimilar la magnitud de la situación. El papel de las personas mayores va a ser crucial en nuestras sociedades. La ONU prevé que la población mundial de más de 60 años aumentará un 46% de aquí a 2030, hasta alcanzar los 1.400 millones de personas. Es entonces cuando los mayores desempeñan un papel crucial. Ayudarán a acabar con los estereotipos persistentes sobre las personas mayores implicándose plenamente en la sociedad. No sólo como actores, sino también como consumidores. La revolución está en marcha. Antes, la edad cronológica determinaba nuestro lugar en la sociedad y lo que los demás esperaban de nosotros. Hoy, los jubilados tienen el poder y la libertad de interactuar con la sociedad y las generaciones más jóvenes. La jubilación ya no se ve simplemente como un periodo de ocio y ociosidad. Los seenagers rompen los tabúes sobre la vejez y nos recuerdan que hay vida después de los 60 años.
No obstante, es importante señalar que cada vez más personas mayores no tienen más remedio que seguir trabajando para mantenerse. De hecho, Japón ha hecho de ello un elemento central de su política, animando a los mayores a trabajar el mayor tiempo posible. Pero, ¿por qué merecen nuestra atención?
¿Por qué es importante el término “seenagers” ?
El término “anciano” engloba a todas las personas mayores de 60 años, y esto es problemático. De hecho, es interesante observar que no se hace ninguna distinción entre el pensionista de 65 años y la abuela de 100 años. Y, sin embargo, cuando utilizamos el término “persona mayor”, todos tenemos en mente al anciano encorvado con su bastón. Creamos “paquetes” de palabras a los que asociamos conceptos. Pongamos un ejemplo concreto. Si le piden que se imagine espontáneamente a un leñador, la mayoría de la gente visualizará a un hombre alto, musculoso, blanco, con barba espesa y camisa de cuadros. A las personas mayores les ocurre exactamente lo mismo: los estereotipos están tan arraigados que el inconsciente se apodera de ellos. El término “seenager” quizá no sea otro pomposo neologismo robado a la lengua inglesa. Al utilizar este término, sin duda estamos recomponiendo una etiqueta, pero sobre todo estamos matizando un término manido. Mejor aún, hace visible a un sector de la población que ya ni siquiera tenía una palabra que lo describiera. Como ya hemos dicho, el término “seenager” deconstruye los tópicos persistentes sobre la vejez y ayuda a describir un poco mejor la complejidad de nuestro mundo.
Detrás de estos mecanismos se esconde un concepto desarrollado por el filósofo británico J.L. Austin en los años 50: el lenguaje performativo. Este concepto se basa en el principio de que el lenguaje no es simplemente una serie de palabras que describen el mundo que nos rodea, sino que también puede tener un impacto directo en nuestro entorno y nuestras relaciones sociales. Los actos performativos del lenguaje tienen la capacidad de cambiar la realidad, establecer normas, comprometer responsabilidades y crear obligaciones. El lenguaje tiene, pues, el poder de conseguir lo que afirma. Este concepto confiere al hablante un sentido de la responsabilidad, de modo que cada cual tiene el poder de actuar sobre el mundo. A partir de ahora, nos corresponde a nosotros decidir en qué tipo de sociedad queremos envejecer…