En Estados Unidos, el país más afectado por el Covid-19, todas las delegaciones de Little Brothers – Friends of the Elderly reaccionaron de manera muy proactiva

Los Estados Unidos son el país con el mayor número de personas infectadas por Covid-19 y el mayor número de muertes. El Covid-19 en el mundo ha tenido un mayor impacto en las personas con problemas de salud subyacentes, lo que muy frecuentemente está relacionado con condiciones de vida más difíciles. Los trabajadores en situación precaria y las personas mayores se encuentran entre los más vulnerables al virus, pero también son los que tienen más probabilidades de experimentar problemas financieros como resultado de la crisis.  Además, en los Estados Unidos hay grandes desigualdades en el acceso al sistema público de atención de la salud y es posible que estas personas no puedan ser tratadas.

En este contexto, todas las delegaciones de Little Brothers – Friends of the Elderly han reaccionado muy proactivamente para adaptar su forma de cuidar a las personas mayores que viven solas.

Ya sea en Minneapolis-St. Paul, Chicago, Upper Michigan, Boston, Nueva York, Cincinnati o San Francisco, las delegaciones han establecido nuevos programas para mantenerse en contacto y seguir luchando contra el aislamiento de las personas mayores que acompañan durante todo el año:

– La primera medida para proteger la seguridad de las personas mayores y las personas voluntarias fue suspender todos los eventos y actividades grupales.

– El programa de visitas a domicilio fue descontinuado y reemplazado por conversaciones telefónicas y charlas amistosas.  Durante este período, las personas mayores se sienten más solas y estresadas, por lo que es muy importante mantener la conexión a través de llamadas frecuentes. En el sitio web de la delegación de Chicago, las personas voluntarias encuentran ideas de temas semanales para ayudarles en sus pláticas con las personas mayores y para asegurarse de que no sólo hablan del virus.

– Las delegaciones también se organizaron para entregar bolsas de despensas a las personas mayores más vulnerables. En Upper Michigan, por ejemplo, la fuerte movilización permitió la distribución de unas 100 bolsas de despensas antes del 20 de marzo; ahora disponen de bolsas de emergencia que van a estar distribuidas durante todo el mes de abril. A Chicago, el programa de alimentos también continúa e incluso puede ser ampliado a nuevas personas mayores. Para respetar los gestos de barrera, los equipos han establecido el método de “llamar por teléfono, tocar timbre y dejar a la puerta”.

– Las personas voluntarias y empleados siguen enviando tarjetas a las personas mayores por sus cumpleaños.

– Como el Domingo de Pascua es un día especial para muchas personas, las personas voluntarias en la mayoría de las delegaciones entregaron bolsas de despensas especiales y comidas calientes en este día.

– Para asegurar a las personas mayores que no se les dejará solas durante la crisis, la delegación de Chicago lanzó la campaña “We Care / We’re Careful” para informarles así que a las personas voluntarias sobre el seguimiento de los programas y sobre cómo se ha puesto en marcha un plan proactivo e integral para minimizar el riesgo de propagación del coronavirus.

Mientras que el primer reto para todas las delegaciones de Little Brothers – Friends of the Elderly en los Estados Unidos fue adaptar sus programas para asegurar que se mantengan en contacto con todas las personas mayores, el segundo es dar la bienvenida a las nuevas personas voluntarias. Frente a esta crisis sanitaria, muchos ciudadanos quieren participar. Por ejemplo, en Minnesota, están registrando y checando los antecedentes penales de más de 40 nuevas personas voluntarias para apoyar en las llamadas telefónicas adicionales a las personas mayores. ¡Para dar la bienvenida a las personas voluntarias, todas las delegaciones estadounidenses han tenido que adaptar sus métodos de bienvenida porque es imposible reunirse cara a cara en este momento! Se han desarrollado nuevas herramientas para ayudarles. Otro desafío será retener a estas nuevas personas  voluntarias una vez que la crisis haya terminado.

La lucha contra el aislamiento de los personas mayores es un verdadero desafío en un contexto en el que todos estamos encerrados y en el que la consigna es el distanciamiento social. Los equipos, como en todas partes del mundo, trabajan desde casa, lo que significa que hay que adaptar los métodos de contacto e intercambio de información. Se organizan diariamente contactos regulares por correo electrónico o teléfono entre los equipos; las líneas telefónicas se han redirigido a los teléfonos móviles del personal y las reuniones físicas se han sustituido por videollamadas.

Los directores de las delegaciones estadounidenses también están muy solicitados por los medios de comunicación en este momento y todos intentan alertar al público sobre el hecho de que las personas mayores se encuentran entre los miembros olvidados de la sociedad estadounidense y que esta crisis pone en relieve las condiciones de vida y de salud de muchas de ellas. Esperan que la gente no olvide esto cuando la vida “normal” regrese. En efecto, el aislamiento social de las personas mayores es un problema que debe ser combatido los 365 días del año y la acción de Little Brothers – Friends of the Elderly será más necesaria que nunca después de la crisis.

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