En México, la solidaridad se ha organizado desde el principio, frente al Covid-19

Fronteras abiertas y medidas minimalistas: México, fortalecido por su experiencia con la gripe porcina H1N1 de la que fue epicentro en 2009, jugó durante unas semanas en un estado de ánimo relajado frente al Covid-19.

Temiendo sobre todo el espectro de un colapso de su economía, las autoridades simplemente habían recomendado mantener la distancia entre la gente, especialmente con las personas mayores las más vulnerables.

Sin embargo, la asociación Amigos de los Mayores – México no ha esperado que la crisis sanitaria llegué a una nivel más alto, para tomar la decisión de suspender  temporalmente toda actividad adentro de sus grupos, desde el 17 de marzo, mismo día que se decidió del cierre de las escuelas.

En periodo normal, cada semana, las acciones de la asociación reúnen un promedio de 35 personas por grupo. En efecto, durante medio día, las personas voluntarias conviven con las personas mayores, comiendo juntas, cantando, bailando y/o realizando manualidades.

Actualmente, la mayoría de las personas mayores acompañadas tienen el apoyo de uno o varios miembros de su familia quienes, desde el principio de la pandemia, están al pendiente de su estado de salud para identificar si presentan síntomas.

Sin embargo, como organización, tenemos que prestar gran atención a todos brindando servicios de asistencia durante la contingencia COVID-19 a todas las personas mayores, con prioridad a las que tienen una condición delicada de salud y que no cuenten con red de apoyo familiar y/o social.

Los miembros del Consejo de Administración han decido que hay y habrá este acompañamiento a lo largo de todo el tiempo que dure la emergencia sanitaria y las personas voluntarias las llaman dos a tres veces a la semana, según el nivel de aislamiento social que tienen. A lo mejor tienen necesidad de algún apoyo, lo que sea que necesiten. Por eso, se abrieron varias líneas telefónicas para estar más cercanos y ayudarlas.

En Cuernavaca, a las personas mayores que se encuentran sin ningún apoyo, se les entrega una despensa con artículos de primera necesidad, por parte de las personas voluntarias a fin de que cuenten con lo necesario para la contingencia y para evitar que salgan de sus casas.

Además, se ha establecido una alianza de solidaridad con varias tortillerías de las colonias, para que se les ofrezca a las personas mayores, medio kilo de tortillas por día, para ayudarlas con su dieta y para que no sufran de desnutrición durante este período.

En Xochicalco, un pueblo donde hay un grupo formado por 15 personas mayores, los personas voluntarias colocan al pie de su casa, una bolsa en la que hay material para realizar actividades manuales con un modelo y un pequeño manual de instrucciones. De hecho, es esencial que las mentes de las personas mayores permanezcan vivas durante estas semanas de incertidumbre, para no caer en depresión.

También, desde el principio de la contingencia, Catherine-Elise Dumont, directora de Amigos de los Mayores – México, ha afirmado la importancia de la relación permanente con las personas mayores acompañadas:

“Se aprovechó de las redes sociales digitales, ya que muchas personas mayores que acompañamos cuentan con teléfonos celulares conectados a internet para hacerles saber nuestra presencia y respaldo. Por ejemplo, se creó un grupo Whatsapp entre las personas mayores y las personas voluntarias de la casa de día San Agustín y desde este grupo, se envían saludos, canciones, acertijos, etc., para ayudar a pasar el tiempo de manera más agradable.”

Más que nunca, todos los miembros de la asociación Amigos de los Mayores – México redoblan sus esfuerzos hacia las personas mayores para que pasen este período de contingencia lo más tranquilamente posible, manteniendo con ellas esta relación de solidaridad tan fuerte que les une.

Credit Photos: Amigos de los Mayores México