La crisis de Covid19 y el confinamiento que se ha puesto en marcha han provocado un más grande aislamiento en las personas que no utilizan las nuevas tecnologías.
Las que no están “conectadas” aún han estado más solas durante este período. Entre ellas se encuentran las personas mayores que viven solas y las que viven en residencias geriátricas. En Francia, el 27% de las personas mayores de 60 años están excluidas del mundo digital. Esta división se puso de relieve en un informe publicado por los Petits Frères des Pauvres en 2018 (1). En este informe se advierte de la exclusión digital que padecen en particular las personas mayores, especialmente las personas mayores solteras, y que tiene como efecto aumentar su aislamiento del resto de la sociedad, además de distanciarlas del acceso a sus derechos fundamentales.
La crisis de Covid-19 ha sacado a la luz la brecha digital porque, al mismo tiempo, Internet ha hecho posible que muchos empleados trabajen desde casa, que los jóvenes tomen cursos y que la mayoría de la población se comunique.
La crisis actual muestra que las herramientas digitales, fuentes de fractura y aislamiento cuando no son accesibles o dominadas, pueden por el contrario “salvar vidas” permitiendo a las personas permanecer conectadas con el mundo exterior… ¡La ruptura total de los vínculos puede matar! El aumento muy significativo del síndrome de “deslizamiento” que se observa en los hogares de personas mayores después de sólo unos pocos días de confinamiento en una habitación es una demostración flagrante de lo que las personas voluntarias y empleados de la asociación son muy conscientes: los lazos sociales forman parte de las necesidades vitales. Es importante saber que el síndrome de deslizamiento es fatal para las personas mayores en el 85% de los casos. (2)
Para hacer frente a este riesgo de “deslizamiento”, las asociaciones de la red internacional de los Petits Frères des Pauvres han puesto en marcha medios alternativos para mantenerse en contacto con las personas mayores, como el envío de cartas regulares a la gente (1700 cartas enviadas cada semana en Quebec) y llamadas telefónicas una o dos veces por semana. Además de estos medios alternativos, las personas voluntarias de todos los países han tomado conciencia de la necesidad de capacitar a las personas mayores en el uso de los medios modernos.
La necesidad de equipar las residencias geriátricas con tablets se hizo evidente rápidamente, al igual que la necesidad de las personas mayores que estaban totalmente aisladas en casa. Varias empresas de Francia y del extranjero, e incluso autoridades locales, han hecho donaciones para la adquisición de tablets, o las han donado directamente, por ejemplo, la ciudad de Boston ha proporcionado 100 tabletas con suscripción prepagada por un período de 3 meses.
Incluso con el actual confinamiento y las restricciones de tráfico, los empleados y las personas voluntarias de las asociaciones de la red de los Petits Frères des Pauvres han podido adaptarse para mantener los vínculos con el mundo exterior.
Esta crisis ha revelado la importancia de los lazos sociales, la solidaridad y el cuidado de los demás. El uso de Internet u otros medios de comunicación modernos puede parecer confuso y estresante, especialmente si uno no está acostumbrado a ello. Pero hoy en día se está convirtiendo en una necesidad para todos. Es necesario capacitar en el uso, incluso básico, de estas herramientas, con la ayuda, en particular, de las personas voluntarias de nuestras asociaciones. Esta crisis también habrá demostrado que las herramientas de comunicación modernas deben ser desplegadas en hospitales y residencias geriátricas y que se debe ayudar a la gente en casa a equiparse…
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El uso de las nuevas tecnologías tiene un efecto positivo para las personas acompañadas por Amigos de los Mayores-México.
La cuarentena por el coronavirus (COVID-19) nos ha afectado a todos por igual, las personas mayores se han convertido en una población de alto riesgo, no sólo a nivel crónico sino también a nivel psicológico.
En la Secretaría de Turismo y Cultura del Estado de Morelos a través de la Dirección General de Promoción Cultural para la Paz y Atención a Públicos Específicos y Patrimonio, están conscientes de los problemas que existían y que se agravaron con esta cuarentena, por ello nos encontramos trabajando por medio de la tallerista, la psicologa Yahaira Jasso Méndez, con el taller “La mente en movimiento” impartido a las personas mayores de la casa de Día San Agustín, buscando disminuir en ellas el aislamiento social con el fin de crear un envejecimiento activo.
El principal reto para llevar a cabo este taller fue adentrarnos a las tecnologías, ya que fue necesario apoyarnos de ellas para combatir el aislamiento social y al mismo tiempo proteger a todos de la pandemia.
Aquí está el testimonio de la Psic. Yahaira Jasso Méndez:
“Como tallerista me encuentro trabajando por primera vez por medio de las redes sociales y ha sido una experiencia formidable, gracias al entusiasmo que cada uno de los participantes ha mostrado. Al principio logré ver que muchas veces subestimamos las capacidades de las personas mayores, pero ellos sin dudarlo demuestran todo el potencial con el que cuentan, cada trabajo presentado era cada vez mejor, la manera de enfrentarse a alguna “dificultad” era sorprendente, como llegaban a una solución para hacer un excelente trabajo.”
Seguiremos trabajando durante esta pandemia, a pesar del distanciamiento físico, para que la estancia en casa sea más llevadera reacondicionando la rutina de las personas mayores con actividades que puedan realizar dentro de casa, para así seguir favoreciendo a seguir con un envejecimiento activo y saludable.
créditos de las fotos : Little Brothers – Friends of the Elderly Boston y Fédération Internationale des Petits Frères des Pauvres
(1) www.petitsfreresdespauvres.fr/media/332/download/Rapport_exclusion_numerique_personnes_agees_pfP.pdf
(2) Amelie Wallyn, ergoterapeuta www.autonome-a-domicile.com/syndrome-de-glissement/