La excepcional sequía en el Cuerno de África amenaza a miles de pastores con morir de hambre. Las personas mayores están doblemente amenazadas porque ya no tienen la fuerza o la voluntad de abandonar la región
Los efectos de la crisis climática previstos en los últimos informes del IPCC tendrán un impacto significativo en la vida de muchas personas. De hecho, las últimas cifras muestran que entre 3.300 y 3.600 millones de personas (casi la mitad de la población mundial) viven en contextos muy vulnerables al cambio climático. El continente africano, a pesar de ser uno de los que menos ha contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero, es sin embargo la región más vulnerable al cambio climático resultante, por no hablar de las desigualdades que ya existen entre las poblaciones africanas, y que probablemente aumentarán con el tiempo.
Esto se traduce en una importante inseguridad alimentaria, dificultades de acceso al agua potable, desplazamientos forzados de poblaciones, etc. Las personas mayores son aún más vulnerables a todas estas dificultades, ya que son las que menos posibilidades tienen de emigrar a países donde las condiciones de vida sean más clementes, y corren el riesgo de quedarse atrás.
Sin embargo, los efectos ya se dejan sentir en algunas partes del continente, como el Cuerno de África, donde los pastores alertan de la destructiva sequía que sufren desde hace un año. Un estudio de HelpAge International revela la situación de emergencia de los pastores mayores de esta región. En Etiopía, Sudán del Sur y el norte de Kenia, las personas mayores son testigas de una interminable sequía que las está sumiendo poco a poco en la hambruna. Sin embargo, estos pastores nos cuentan que han sufrido varias sequías, pero ninguna que haya durado tanto. Durante las sequías anteriores, tenían la opción de emigrar para encontrar agua y tierra para sus rebaños, o encontrar el apoyo de la familia y los vecinos.
Pero estas opciones ya no están disponibles para ellos. ¿Por qué no? Como la tierra de pastoreo y el agua son cada vez más escasos, miles de personas han visto sus rebaños diezmados, y nadie puede ayudarles porque todos están en la misma situación. Muchos también tienen miedo de salir de sus aldeas, ya que muchos pastores han sido asesinados por aventurarse más allá de sus tierras en busca de pastos.
Como resultado, miles de personas se enfrentan a una hambruna sin precedentes, y las personas mayores están especialmente en riesgo. Los adultos abandonan los pueblos para huir de la sequía y encontrar trabajo en las ciudades, dejando a los niños al cuidado de los abuelos, mientras que alimentarse es cada vez más difícil. Estas personas dependen por completo de sus rebaños y se quedan sin forma de sobrevivir, a menudo con demasiado miedo para abandonar sus tierras. La encuesta realizada por HelpAge International en esta región revela que el 73% de las personas mayores declaran no tener acceso a alimentos suficientes para sobrevivir, y sólo el 50% de ellas tiene acceso a agua potable.
Todas ellas advierten de la urgencia de su situación, ya que cada vez hay más personas mayores que mueren de hambre, y piden que sus gobiernos y la comunidad internacional actúen. Es urgente que las Naciones Unidas, las agencias de desarrollo y los gobiernos actúen para apoyar a las personas mayores y no dejarlas atrás.
El estudio de HelpAge